¿Te sangran las encías al cepillarte los dientes? Este síntoma es una de las primeras señales de alerta de enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis.
Aunque muchas veces se confunden, la gingivitis es la fase inicial y reversible de la enfermedad, mientras que la periodontitis es más avanzada y puede poner en riesgo la salud de tus dientes si no se trata a tiempo. Por tanto, resulta fundamental entender las diferencias entre estas dos enfermedades para poder tratarlas a tiempo y evitar problemas mayores.
Desde Dentisana, tu Clínica Dental en Ruzafa, te explicamos en este artículo las principales diferencias entre gingivitis y periodontitis, los tratamientos que se aplican en cada una y cómo prevenirlas para mantener tu sonrisa sana.
¡Sigue leyendo y conoce más!
La gingivitis es la fase inicial de la enfermedad periodontal y consiste en una inflamación de las encías y enrojecimiento del tejido gingival.
Esta inflamación ocurre principalmente por la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías debido a una higiene bucal insuficiente. Este proceso inflamatorio provoca que las encías se irriten y sangren al cepillarse o usar hilo dental, lo que se considera el primer síntoma de la gingivitis.
Aunque muchas veces este sangrado se ignora, es una señal de alerta que indica la necesidad de mejorar la limpieza oral y realizar una visita al dentista. La gingivitis es reversible, por eso se debe tratar a tiempo para evitar que evolucione hacia otras complicaciones más graves.
«La gingivitis es la fase inicial de la enfermedad periodontal y consiste en una inflamación de las encías y enrojecimiento del tejido gingival»
¿Qué es la periodontitis?
La periodontitis es una infección avanzada de las encías que se desarrolla cuando la gingivitis no se ha tratado a tiempo. Además de la inflamación de las encías, también afecta las estructuras que sostienen los dientes, como el hueso y los ligamentos.
Esta condición provoca una pérdida progresiva de soporte, lo cual puede llevar al movimiento de los dientes e incluso a su pérdida definitiva. Además, también incluye otros síntomas como encías retraídas, mal aliento persistente y sensibilidad dental.
A diferencia de la gingivitis, la periodontitis no es reversible y requiere tratamientos más complejos para controlar el avance de la infección y preservar la estructura dental. Por eso, resulta clave realizar un diagnóstico temprano de la gingivitis y aplicar un tratamiento adecuado para evitar su progresión.
«La periodontitis es una infección avanzada de las encías que se desarrolla cuando la gingivitis no se ha tratado a tiempo. Además de la inflamación de las encías, también afecta las estructuras que sostienen los dientes, como el hueso y los ligamentos»
Diferencias entre gingivitis y periodontitis
Como hemos explicado, aunque a menudo se confunden, la gingivitis y la periodontitis son condiciones diferentes en cuanto a su gravedad, tratamientos, consecuencias y daño que causan.
Para explicar las diferencias entre gingivitis y periodontitis, se pueden destacar tres aspectos principalmente:
- Síntomas de gingivitis y periodontitis
- Tratamientos para la gingivitis y periodontitis
- Consecuencias de no tratar la gingivitis y periodontitis
Síntomas de gingivitis y periodontitis
Reconocer los síntomas es el primer paso para diferenciar entre una gingivitis y una periodontitis, lo que también ayuda a determinar cuándo es necesario acudir a un tratamiento más profundo.
Los síntomas propios de gingivitis y periodontitis son:
Síntomas de la gingivitis
- Encías rojas, inflamadas o sensibles: Las encías afectadas por gingivitis tienden a inflamarse y a adquirir un tono rojo brillante, indicando la irritación por acumulación de placa bacteriana.
- Sangrado de encías: Este es uno de los síntomas más tempranos y comunes. Como las encías se encuentran irritadas, tienden a sangrar con facilidad al cepillarse o usar hilo dental.
- Mal aliento persistente: La acumulación de bacterias en las encías provoca un mal olor persistente, incluso después del cepillado.
Síntomas de la periodontitis
Además de los síntomas ya presentes con la gingivitis, la periodontitis incluye la adición de los siguientes:
- Encías retraídas: La infección en etapa avanzada de enfermedad periodontal hace que las encías se retraigan, lo cual deja los dientes más expuestos.
- Formación de bolsas entre las encías y los dientes: En la periodontitis, se generan bolsas periodontales que acumulan más bacterias y dificultan la limpieza.
- Dolor al masticar y sangrado abundante: Las encías inflamadas y con infección profunda pueden doler al comer y sangrar notoriamente al cepillar los dientes.
- Movilidad dental: En la periodontitis avanzada, el daño al tejido y hueso de soporte puede hacer que los dientes se muevan o estén débiles, lo cual puede requerir una intervención de urgencia.
Tratamientos para la gingivitis y periodontitis
El tratamiento de la enfermedad periodontal depende de su gravedad. La gingivitis, al ser la etapa inicial, es más sencilla de tratar, mientras que la periodontitis requiere intervenciones más profundas y un mantenimiento constante.
Estos son los tratamientos para la gingivitis y periodontitis:
Tratamiento de la gingivitis
- Limpieza profesional: una limpieza dental o profilaxis basada en un raspado y alisado radicular se eliminan la placa y el sarro acumulados, devolviendo a las encías su estado saludable.
- Mejorar la higiene bucal diaria: La correcta higiene es fundamental para evitar la recurrencia. Esto incluye cepillarse correctamente dos veces al día, usar hilo dental y enjuague bucal con continuidad.
Tratamiento de la periodontitis
- Raspado y alisado radicular: En este procedimiento, se realiza una limpieza profunda para eliminar la placa y el sarro debajo de las encías, llegando hasta las raíces de los dientes.
- Antibióticos: Cuando no es suficiente con una limpieza profunda, se opta por el uso de antibióticos como tratamiento complementario para reducir la carga bacteriana en la boca. Pueden ser antibióticos tópicos u orales, como enjuagues bucales o geles que se colocan en las bolsas de las encías.
- Cirugías periodontales: En casos avanzados, puede ser necesario reducir las bolsas periodontales y restaurar el soporte dental con cirugías periodontales, como la cirugía de colgajo, el injerto de tejido, la regeneración ósea o la regeneración tisular guiada.
- Mantenimiento continuo: Como la periodontitis es crónica, el paciente debe acudir a revisiones periódicas para controlar la enfermedad y evitar su avance.
Consecuencias de no tratar la gingivitis y periodontitis
Si no se trata la gingivitis y la periodontitis o se actúa demasiado tarde puede conllevar consecuencias importantes no solo para la salud bucal, sino también para la salud general.
En el caso de la gingivitis, si carece de tratamiento puede progresar a periodontitis y producir un daño irreversible, requiriendo a su vez tratamientos más costosos y complejos.
Sin embargo, si una vez ya desarrollada la periodontitis no se trata puede suponer consecuencias más graves como:
- Pérdida de tejido y hueso: La enfermedad periodontal avanzada destruye el hueso y el tejido de soporte alrededor de los dientes, lo que debilita la estructura de la boca.
- Caída de los dientes: La falta de soporte y la movilidad dental provocan que los dientes eventualmente se caigan, afectando la estética y la capacidad de masticación.
- Problemas de salud general: La periodontitis avanzada se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes, problemas respiratorios y afecciones cardíacas, ya que las bacterias en las encías pueden llegar a entrar al torrente sanguíneo y afectar otros órganos.
Cómo prevenir la gingivitis y periodontitis
Las causas de la gingivitis y la periodontitis suelen ser comunes, puesto que ambas tienen su origen en la acumulación de placa bacteriana y la mala higiene bucal, aunque algunos factores adicionales pueden acelerar su avance y agravar las consecuencias.
Por tanto, la prevención de ambas enfermedades periodontales sigue los mismos principios. Mantener unos buenos hábitos de higiene y visitar regularmente al dentista son los pilares para mantener las encías sanas y prevenir que estas condiciones avancen.
Estas son algunas recomendaciones para prevenir la gingivitis y la periodontitis:
Mantén una correcta higiene bucal
El cuidado diario de la salud bucodental es la primera línea de defensa contra la gingivitis y la periodontitis.
Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor, ayuda a eliminar la placa bacteriana acumulada. Así pues, es fundamental que el cepillado incluya movimientos circulares y llegue a la línea de las encías, donde la placa se acumula fácilmente.
También es recomendable usar hilo dental diariamente para limpiar las áreas entre los dientes, donde las bacterias tienden a quedarse y el cepillo no alcanza. Y, para una rutina óptima, el uso de un enjuague bucal antiséptico consigue reducir aún más las bacterias y contribuye a la protección de las encías.
Realiza limpiezas profesionales periódicas
Es conveniente realizar visitas al dentista cada seis meses para realizar una limpieza profesional y mantener la salud de las encías.
Durante una limpieza profesional, el dentista o higienista elimina el sarro acumulado en los dientes, algo que no se puede lograr solo con el cepillado en casa. Estas limpiezas son clave para prevenir la gingivitis y periodontitis, ya que remueven los depósitos que causan irritación en las encías.
Además, en cada revisión, el dentista puede identificar signos tempranos de enfermedades periodontales y aplicar los tratamientos necesarios antes de que el problema se agrave. Esto cobra especial importancia en etapas de cambios hormonales significativos como el embarazo, la pubertad o la menopausia, o en el padecimiento de enfermedades como la diabetes, para que el odontólogo pueda mantener un control y aplicar cuidados bucales especiales.
Cuida tu estilo de vida
El estilo de vida que mantienes también tiene un impacto importante en la salud bucal. Una de las medidas más efectivas para prevenir la gingivitis y periodontitis es no fumar, ya que afecta gravemente en la capacidad de las encías para sanar y las hace más vulnerables ante infecciones.
Así pues, el manejo del estrés también es importante, ya que durante un tiempo prolongado puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la inflamación en las encías.
Además, llevar una dieta equilibrada y rica en nutrientes, como vitamina C, antioxidantes y calcio, fortalece las encías y el hueso dental. Asimismo, también es recomendable limitar el consumo de azúcares y alimentos procesados para evitar que se acumule mucha placa bacteriana.
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